Feminicidio
o femicidio es un neologismo creado a través de la traducción del vocablo
inglés femicide y se refiere al asesinato evitable de mujeres por razones de
género.
El
feminicidio entra dentro de la esfera de la violencia contra la mujer, pero
también toma otras formas. Aunque existen otros casos como una mala o falta de
atención médica durante el embarazo o el parto que pueden acarrear la muerte de
la madre. En algunos países como China e India, las estadísticas muestran un
ratio de hombre a mujer de 120 hombres por cada 100 mujeres.1 Sumado al aborto
selectivo, el femicidio también toma la forma de infanticidio, y la violencia
en contra de la mujer en algún estadio de su vida.
Definición del
feminicidio
El
femicidio, parte del bagaje teórico feminista, procede tanto de las autoras
Diana Russell y Jill Radford en su obra Femicide. The politics of woman killing como por Mary Anne Warren en 1985 en su
libro Gendercide: The Implications of Sex Selection. Ambos conceptos
fueron castellanizados por la política feminista mexicana Marcela Lagarde como
"feminicidio", siendo adoptado este término, tras un largo debate,
frente al término "genericidio".
Las
mujeres entre los 15 y los 44 años tienen una mayor probabilidad de ser
mutiladas o asesinadas por hombres que de morir de cáncer, malaria, accidentes
de tráfico o guerra combinados.
De
acuerdo al Centro de Ginebra para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas
(DCAF) entre 113 y 200 millones de mujeres desaparecen demográficamente.
Esta
brecha es el resultado de diversos mecanismos:
·
Aborto
de los fetos de niñas basado en una selección deliberada, también llamado
aborto selectivo (facilitado por el Diagnóstico prenatal del sexo).
·
Infanticidio
femenino en aquellos países en los que se prefiere a niños varones.
·
Falta
de comida y atención médica, que se desvía hacia los miembros masculinos de la
familia.
·
Los
llamados «asesinatos de honor» y las muertes de dote.
·
Tráfico
de mujeres.
·
Violencia
doméstica o de género.
·
Mediante
la incineración del cuerpo.
Esto
implica que cada año entre 1,5 y 3 millones de mujeres de toda edad son
víctimas de la violencia de género. La falta de cuidados médicos implica el
fallecimiento de 600.000 mujeres al año durante el parto.
El
femicidio es usado para describir los repetidos asesinatos de mujeres en Ciudad
Juárez (Chihuahua, México) y Ciudad de Guatemala (Guatemala), debido a que se
considera que la justicia local no está investigando los crímenes. La mayoría
de las mujeres son violadas y algunas mutiladas, torturadas o incluso
descuartizadas.
También
hay sospechas de que hay femicidio entre las mujeres indígenas canadienses.
Quinientas mujeres aborígenes han sido declaradas como desaparecidas o han sido
asesinadas desde 1980, un número desproporcionado si se tiene en cuenta lo
reducido de la población indígena canadiense. Estudios sociológicos explican
que estas mujeres son vistas como blanco fácil para la violencia porque su raza
las sitúa en lo más bajo de la jerarquía social[cita requerida] y económica.
Muchas de las mujeres desaparecidas han sido descartadas como prostitutas, que
supone un factor de riesgo, y su desaparición no ha sido investigada. Uno de
los hechos que ha llevado la atención internacional sobre las mujeres de Canadá
fue el asesinato de Helen Betty Osborne en 1971.
Sentencia de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos
El
16 de noviembre de 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos pronunció
una sentencia considerada ejemplar sobre el asesinato en 2001 de varias jóvenes
mexicanas de Ciudad Juárez. Aquel año fueron descubiertos en un lugar conocido
como "campo algodonero" los cadáveres de Claudia González, de 20
años, Esmeralda Herrera, de 15 años, y Laura Berenice Ramos, de 17 años, junto
a los restos de otras cinco mujeres que no pudieron ser identificadas. Los
cuerpos mostraban signos de que las mujeres habían sido violadas con extrema
crueldad. Frente a la indiferencia y al desinterés de las autoridades mexicanas
por investigar esas muertes, la abogada de las familias llevó el caso a la
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ocho años más tarde, la Corte condenó
por primera vez en la Historia a un país, México, por considerarle responsable
de feminicidio. Lo declaró "culpable de violentar el derecho a la vida, la
integridad y la libertad personal, entre otros delitos" así como culpable
de "no investigar adecuadamente" las muertes.6
En
esta sentencia, el alto tribunal define el feminicidio como “homicidio de mujer
por razones de género”. La condena no se limita a los cinco casos denunciados
sino que incluye una serie de deberes impuestos al Estado mexicano para
investigar e impedir los feminicidios en su territorio.
Un tema de mucha importancia y debemos trabajar en favor a la erradicación de los feminicidios en Rep. Dom.
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